INFORMACIÓN DEL COLECTIVO

1.- DATOS IDENTIFICADOS 

Nombre de la actividad: Conmemoración Volcán Arenas Negras

Colectivo: Ayuntamiento de Garachico

Fecha constitución: (-)

Fecha de Celebración: Cada lustro. Último domingo de julio o primero de agosto

2.- DATOS DE LOCALIZACIÓN

Lugar: Ladera San Pedro de Daute

Municipio: Garachico

3.- DATOS DE CONTACTO

Representante: Andrés D. Hernández Méndez (Concejalía de Fiestas)

Teléfono: 922830000

Email: andreshernandez@garachico.es

WEB/RRSS:

4.- HISTORIA-DESCRIPCIÓN 

Los “Fuegos del Risco”, auténtica remembranza de la erupción volcánica de 1706, y más tarde el desfile de carrozas, se convertirán en los números por excelencia de unas fiestas, las del Cristo de Garachico, de las que no dejarán de hacerse eco las páginas de la prensa tinerfeña. En este sentido, el sacerdote Ireneo González en el artículo que le publica Revista de Canarias en diciembre de 1881, se refiere ya a esta celebración como “la primera, sin disputa, de todas las que se celebran en nuestra isla, y tal vez en nuestra provincia”.

Los “Fuegos del Risco” prevalecen como lo más destacado de las diversas representaciones que han ido conformando la fiesta a lo largo de su historia. La denominación de este número como tal no aparece hasta 1922, concretamente en la información que sobre la fiesta publica Gaceta de Tenerife en su edición del 20 de julio de ese año; donde vemos por primera la expresión “los inimitables fuegos del risco”. Es, pues, a partir de estas fechas cuando se comienza a usar y a generalizar tal expresión que se refiere, por antonomasia, al Risco de San Pedro de Daute que hasta principios del siglo XX era, al parecer, el único que se iluminaba. En 1905 ya hay noticias del alumbrado de La Atalaya y en 1907 este alarde pirotécnico parecía estar consolidado a juzgar por lo que comenta el periódico El Tiempo en su edición del 15 de octubre: “Merece especial mención los fuegos de artificio y la iluminación colocada sobre el volcán del puerto y del Risco de San Pedro de Daute, debido a la iniciativa del propietario D. Juan Díaz Jiménez. Este número, que sin duda es el mejor de los festejos, resultó sorprendente, por lo bien combinado de su iluminación y fuegos y por prestarse a ello la topografía del terreno”.

Las crónicas periodísticas reflejan con claridad la propia evolución pirotécnica desde 1881, año en el que las piezas de fuegos artificiales eran elaboradas en el propio Garachico, hasta, por ejemplo, 1932; año en que, por primera vez, como gran novedad, se comienza a traer de Valencia. El espectáculo pirotécnico de la de las fiestas del Cristo se completaría, en los años veinte, con la iluminación de El Roque y la famosa “Lluvia de Cándido, que, atronadoramente, remataba la exhibición pirotécnica de la bahía garachiquense y que estaba a cargo del vecino Cándido Acosta, padre del escritor y poeta Carlos Acosta.

Cirilo Velázquez
Historiador Oficial de Garachico

5.- FOTOGRAFÍAS