INFORMACIÓN DEL COLECTIVO

1.- DATOS IDENTIFICATIVOS

Nombre de la actividad: Librea de El Tanque

Colectivo: Ayuntamiento de El Tanque y comisiones de fiestas

Fecha constitución: Centenaria

Fecha de Celebración: Vísperas de los patronos del municipio: la Virgen del Buen Viaje, el día 31 de agosto; y el Santísimo Cristo del Calvario, el tercer fin de semana de Octubre

2.- DATOS DE LOCALIZACIÓN

Lugar: Casco histórico y El Tanque Alto

Municipio: El Tanque

3.- DATOS DE CONTACTO

Representante: Jhonny Carmenaty (Concejalía de Cultura)

Teléfono: 922136715

Email: cultura@eltanque.es

WEB/RRSS:

4.- HISTORIA-DESCRIPCIÓN

Los diablos en El Tanque (Tenerife) son ya una tradición centenaria, según relatan los nonagenarios del municipio. En principio salían en vísperas de La Patrona de la parroquia San Antonio de Padua del Casco Histórico, La Virgen del Buen Viaje. Con el paso del tiempo, también, las libreas salían en el Tanque Alto por las Fiestas del Cristo en honor al Stmo. Cristo del Calvario. Eran sólo dos: diablo y diabla, construidos con un armazón de cañas que forraban con restos de viejas telas y pieles de cabra. También, utilizaban los cuernos de estos animales y remarcaban algunos atributos, como unos exagerados labios pintados de rojo y el abultamiento en el pecho, que identificaban a la diabla, en una época de excesiva represión sexual, donde era inconcebible plasmar unos pechos de mujer al descubierto.

“Ecos de tambores llegan desde la calle; su ritmo es cadencioso, visceral, te llega a las entrañas. Hace que te muevas a su son si tan siquiera proponértelo. Sales a la calle y ahí puedes observar el sentido de tal ancestral ritmo. Ritmo de ritual, de fuego…

Seres diabólicos, representantes del mal, bailan desenfrenadamente, sin rumbo fijo, como si de una danza macabra se tratara. Justo detrás de ellos, un grupo de bailarines con ropas de vistosos colores, cara y pelo empolvados de blanco, siguen esta danza de cerca, bailando al unísono y gritando, de vez en cuando, vítores de ánimo contra el cansancio.

Sin embargo, no es el baile del mal lo que se representa. Nos fijamos en una pequeña figura, alas emplumadas y vestido blanco.

Cadena en mano, conduce al mayor de los diablos hasta la puerta de la Iglesia, donde el Santísimo Cristo debe ocuparse de terminar con su danza diabólica. Pero antes de poder lograrlo, en medio de la plaza, el ser infernal se suelta, se escapa. El ritmo de los tambores aumenta en velocidad e intensidad, y los espectadores aguardan ese instante. Justo entonces, una pequeña chispa desencadena el gran final, se extiende ese fuego entre luces, ruidos y chisporroteos, desde la cola del animal hasta sus cuernos, mientras este corre y danza alocadamente de un lugar a otro. La gente baila, grita y aplaude este momento, festejándolo con vítores.

Finalmente, dos bengalas se encienden extendiendo el fuego muchos metros por encima de la cabeza del diablo. Y un estallido final acaba con esta danza.
El mal es vencido y se retira de la plaza. Los bailarines siguen bailando a una intensidad mucho menor, y los tambores de guerra suenan ya casi a Paz.
En este momento la batalla está ganada, y justo entonces es ya posible abrir las puertas del templo, para que las fuerzas del bien, representadas en la Llama del Santísimo, puedan por fin celebrar su Víspera, la primera salida al exterior de la Imagen, con la compañía de feligreses y devotos”. (Texto: LIBREAS. ECOS DE TAMBORES. Ana Macarena González Méndez. Licenciada en Filología Hispánica).

La tradición ha perdurado prácticamente igual, con alguna salvedad como la de los materiales que se utilizan en la confección.

Actualmente son papel pintado, pelucas artificiales, collares y otros complementos. La música de acompañamiento suele ser el tajaraste y las fechas de salida son las vísperas de las fiestas en honor a la Virgen del Buen Viaje el día 30 de agosto y el Santísimo Cristo del Calvario el tercer fin de semana de Octubre.

5.- FOTOGRAFÍAS